Joaquín Prat enciende las redes tras referirse así a un conocido colaborador de Sálvame: "Estábamos hasta los c..."
La nueva temporada de Telecinco ha traído importantes cambios. El regreso de Gran Hermano, en su edición de famosos para huir de las polémicas pasadas, se produjo el pasado jueves. Antes del verano ya se dio por finalizado Sálvame, echando el cierre a un programa histórico.
Y para ocupar las tardes de la cadena de Fuencarral, la apuesta era Ana Rosa, dejando las mañanas a Joaquín Prat, que se hacía cargo de un programa en solitario después de haber sido la mano derecha de la periodista madrileña. Y afronta con confianza esta etapa.
Así lo ha asegurado en una entrevista que ha concedido a El País donde confiesa que uno de sus objetivos es “poder recuperar a los jóvenes”. Y es que, marca distancia con su predecesor: “Por el respeto que tengo a Ana Rosa, en su programa mantenía otro rol. Era su cortijo y yo el capataz”.
Su opinión sobre Sálvame
Joaquín Prat no ha rehuido ninguna pregunta, incluso cuando le han cuestionado acerca de Sálvame. Y es que, ha asegurado que Ana Rosa “creo que marcará un punto de inflexión”. Sobre todo porque aseguraba que se había perdido la elegancia en algunos puntos.
Para el periodista “Sálvame es historia de la televisión por su innovación, pero… Me voy a mojar: el histrionismo es como el que se compra un coche amarillo. Le encanta, pero a los dos días está de él hasta los cojones. Si se hubiese comprado uno gris, le duraría más años”.
Y también ha hablado de María Teresa Campos: “Siempre estuvo cerca de mi familia durante la enfermedad de mi padre. Eso deja huella cuando tienes 20 años y no estás acostumbrado a lidiar con la muerte. Ella era un género periodístico en sí misma. No me parece justo que recordemos a la Teresa de la última etapa, que desvirtúa a la gran mujer y profesional que fue”.
Joaquín afronta una nueva etapa en solitario, con el objetivo de alejarse de la sombra de Ana Rosa, y para ello la política perderá peso en su programa. Mientras que la madrileña tiene que buscar contentar a una audiencia que estaba muy enfadada tras el fin de Sálvame.