''Esto lo cambia todo'' La boda de Kiko Hernández y Fran Antón ha sido un paripé: sale a la luz la gran mentira

Este pasado sábado 16 de septiembre, todas las miradas apuntaban hacia Melilla. Después de meses de espera, rumores e incertidumbres, era la fecha elegida para que Kiko Hernández y Fran Antón celebrasen una de las bodas más mediáticas del mundo del corazón en este 2023.

Hay que recordar que poco antes del final de Sálvame, aumentaban las dudas de si realmente se iba a llevar a cabo ese enlace, o si por el contrario era una artimaña publicitaria para dar más bombo a la obra de teatro que producía Kiko y en la que actuaba Fran.

Finalmente se descubrió que la boda se iba llevar a cabo en el Salón Dorado del Ayuntamiento de la Ciudad Autónoma de Melilla, para después tener una gran celebración en el hotel Meliá Puerto. Aunque no todo ha sido como estaba anunciado.

La verdad de la boda

Y es que, después de darse el sí quiero, ha salido a la luz la gran mentira. Aunque se había hablado del 16 de septiembre como la gran fecha, lo cierto es que ya se habían casado con anterioridad, por lo que fue una gran celebración donde les acompañaron familia y amigos.

Según han confirmado en el programa Fiesta, ya se habían casado y lo habían celebrado en el Bingo Las Vegas de Madrid. Habría sido una boda secreta e íntima, muy diferente a la de este pasado sábado, que estuvo rodeada de gran expectación.

De hecho, apuntan a que esta sería la tercera celebración, aunque no han dado detalles de cómo habría sido la segunda. En esta última, entre los invitados estaban rostros conocidos como Kiko Matamoros, José Perea, Lydia Lozano o Chelo García Cortés.

Aunque se han producido algunas ausencias sonadas, como Belén Esteban, que está de viaje por Estados Unidos con su hija Andrea, o María Patiño. No sabemos si estuvieron presentes en los anteriores enlaces, pero en la boda celebrada en Melilla fueron las ausencias más llamativas.